Según un informe, al que tuvo acceso Diario Uno de San Rafael, elaborado por los controladores aéreos de la torre del Aeroparque Jorge Newbery “persisten las deficiencias en las comunicaciones por interferencias, mantenimiento de radioayudas y comunicaciones ineficientes”.
El escrito detalla con ejemplos estos inconvenientes y cita que el PAPI , indicador de trayectoria de aproximación de precisión, estuvo fuera de servicio por más de 7 días, que el RVR de la torre de control (informador de visibilidad), estuvo fuera de servicio por años al igual que el nefobasímetro, aparato que usa un láser u otra fuente luminosa para determinar la altura de la base de nubes.
Asimismo, según los controladores, persiste la falta de nitidez en la pantalla de puesto de control y no se distinguen las SID, las rutas diseñadas por la autoridad aeronáutica de cada país de tal forma que se garantice la seguridad de la aeronave y sus ocupantes en todo momento, garantizando una separación espacial mínima con cualquier obstáculo y, siempre en función de la seguridad, que se reduzcan al mínimo las posibles molestias en forma de ruido a la población que las aeronaves deben seguir para alejarse o acercarse a un aeropuerto.
Estas maniobras se ponen a disposición de los pilotos tanto en forma gráfica como por escrito. Cada maniobra tiene su nombre propio, que suele basarse en un punto o radioayuda en el que comienza dicha maniobra, rumbos que debe seguir la aeronave y alturas máximas y mínimas de paso sobre determinados puntos a lo largo de su trayectoria.
Estas fallas en los radares también involucra a las etiquetas de los vuelos que son poco visibles, lo que puede generar errores al suministrar instrucciones a las aeronaves, lo que podría producir un accidente no deseado por el control ni la Administración.
Al respecto el informe sugiere el reemplazo inmediato de la pantalla del radar .
Otro factor de riesgo que señala el informe que presentó la torre el 11 de junio del 2012, fue que “los puestos de trabajo no cuentan con la ergonomía necesaria, esto implica desde un sillón ergonómico (los actuales son de mala calidad y están rotos) hasta la provisión de consolas para equipos y pantallas de gestión de tráfico aéreo, equipos de mediciones de viento que corresponden y fueron diseñados por los expertos de las empresas que proveen los mismos”.
Por denunciar estas anomalías y otras como la escasa cantidad de personal capacitado, la incertidumbre e inestabilidad laboral, varios supervisores , según Federico Bottari (Supervisor de la Torre de Cordoba), fueron desplazados.
En otro aspecto, los controladores pusieron a funcionar una serie de medidas para resolver estas situaciones.
Las mismas incluyen un mayor espaciamiento en el transito aéreo de la jurisdicción, con intervalos de aproximación y despegues según lo normado para el control de la torre.
Esta decisión se tomó para “brindar mayor seguridad en las operaciones aéreas”.
En ese sentido Bottari recordó que “se necesita mayor inversión en tecnología para dotar a las torres de mejor equipamiento” y además señaló que “este espaciamiento no responde a ninguna medida de fuerza gremial, sino para seguir brindando un servicio seguro debido al estado del Servicio de Control de Tránsito Aéreo en Aeroparque”. Demoras de vuelos en el Aeroparque porteño
Los controladores aéreos, según un informe que brindó a Diario Uno San Rafael Federico Bottari (Supervisor de la Torre de Córdoba desplazado de sus funciones) han implementado durante la semana un trabajo especial para salvaguardar la seguridad operacional de la aeronavegación, que provoca demoras y reprogramaciones en los vuelos de Aerolíneas Argentinas, Austral, SOL, LAN y otras compañías aéreas.
La modalidad consiste en espaciar el intervalo de aproximación entre las aeronaves que se dirigen al aterrizaje, secuenciando con un mayor intervalo el tránsito aéreo,
El objetivo es a los efectos de poder gestionar volúmenes de tránsito en condiciones de seguridad óptimas de acuerdo a los recursos técnico y humanos disponibles.
Este procedimiento implementado por los controladores genera demoras en las programaciones y aumenta el tiempo de espera en vuelo que deben realizar las aeronaves que llegan antes de recibir la autorización para iniciar la aproximación para el aterrizaje.
El conflicto con los ontroladores aéreos tiene su origen en las demoras y cancelaciones que se produjeron en noviembre de 2011.
Ese mismo año, por decreto presidencial firmado por Cristina Fernández, luego de 4 años donde los controladores trabajaron por decisión en el año 2007 del ex presidente Néstor Kirchner bajo la órbita de Administración Nacional de Aviación Civil Nacional (ANAC), los servicios de tránsito aéreo fueron devueltos nuevamente a la Fuerza Aérea Argentina.
A partir de ese momento, según Bottari ,comenzó el conflicto porque “se han producido cesantías que han motivado la adopción de medidas estrictas respecto a la observancia de los procedimientos reglamentarios que posibilitan la operación segura del transporte aéreo”.
Esto ha cosechado un amplio repudio entre los trabajadores de los servicios de tránsito aéreo, que no quieren depender de una fuerza armada y reclaman retornar a un organismo civil.
FUENTE: Diario UNO San Rafael
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