En el aeropuerto de Örnsköldsvik al norte de Suecia, la torre de control está vacía y no por falta de tráfico, sino porque desde el pasado verano se viene probando el control a distancia que definitivamente será establecido a finales de este mes.
El tráfico aéreo se controla desde otro aeropuerto, el de Sundsvall, a una distancia de más de 150 kilómetros. En este aeropuerto los controladores reciben en sus pantallas toda la información recogida sobre el terreno por cámaras de alta definición que proporcionan una visión de 360º del aeropuerto.
El sistema también incluye micrófonos, sensores meteorológicos que miden el viento o la presión atmosférica y cámaras de infrarrojos para niebla.
Suecia estudia la adopción de este sistema como solución a implantar en los aeropuertos con muy poco tráfico o demasiado inaccesibles para ser rentables.
El tráfico aéreo se controla desde otro aeropuerto, el de Sundsvall, a una distancia de más de 150 kilómetros. En este aeropuerto los controladores reciben en sus pantallas toda la información recogida sobre el terreno por cámaras de alta definición que proporcionan una visión de 360º del aeropuerto.
El sistema también incluye micrófonos, sensores meteorológicos que miden el viento o la presión atmosférica y cámaras de infrarrojos para niebla.
Suecia estudia la adopción de este sistema como solución a implantar en los aeropuertos con muy poco tráfico o demasiado inaccesibles para ser rentables.
Fuente: Actualidad Aeroespacial
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