Científicos europeos desarrollaron un sistema de sensores que registra la actividad cerebral de los controladores de vuelo y transmite los datos a una computadora, capaz de reconocer si la carga de trabajo es demasiado alta e intervenir.
Científicos europeos desarrollaron un sistema de sensores que registra la actividad cerebral de los controladores de vuelo y transmite los datos a una computadora, capaz de reconocer si la carga de trabajo es demasiado alta y de intervenir en ayuda del responsable de la torre.
La tecnología se acerca así a estos trabajadores y podría inclusive sustituirlos parcialmente a partir del proyecto Neurometrics Indicators for ATM (NINA), realizado en el ámbito del programa europeo Sesar para mejorar el control del tráfico aéreo, reportó la agencia italiana de noticias Ansa.
Realizado por un consorcio constituido por la Universidad La Sapienza de Roma, la Escuela Nacional Francesa para la Aviación Civil (ENAC) y la compañía Deep Blue, el proyecto nació en 2013 y su conclusión se espera para el final de este mes. NINA llega en un período en el que el alerta por el riesgo de atentados es cada vez más difundido y se vuelve crucial actuar de modo que los controladores de vuelo no acumulen niveles demasiado elevados de estrés.
Evitar esta sobrecarga de fatiga y tensión es posible porque esta herramienta permite medir en tiempo real la carga de trabajo mental con sensores especiales que registran la actividad cerebral. Es una suerte de "electroencefalograma muy sofisticado, que identifica las áreas del cerebro involucradas durante el trabajo", explicaron los coordinadores del proyecto, Stefano Bonelli y Simone Pozzi, de Deep Blue.
Por ejemplo, la carga de trabajo puede ser deducida de los datos sobre la actividad de la corteza visual, o de la prefrontal y frontal, involucrada en las decisiones, y también de la corteza motora, que son luego enviados a una computadora que los analiza. Si la comparación de esos datos indica un alto nivel de estrés, la computadora puede automatizar algunas tareas manuales o simplificar las informaciones presentadas para reducir la carga laboral-visual, enfatizando eventuales alarmas no relevadas por el controlador de vuelo.
"En esta fase de validación de los sensores aún tienen el aspecto de una cofia, pero en el futuro tendrán formas distintas y dimensiones reducidas", observaron los investigadores. En el futuro los controladores de vuelo podrán utilizar NINA mediante, por ejemplo, fajas para apoyar sobre la frente, o pequeños dispositivos que se pueden colocar en el cuello de la camisa.
El uso del dispositivo en la torre de control, por lo tanto en medio de las operaciones, es "sólo uno de los escenarios posibles, el sistema podrá ser utilizado también para adiestramiento", por ejemplo en la simulación de situaciones de emergencia, explicaron.
Para el futuro, el grupo de NINA está experimentando el mismo sistema también para otros trabajos como el de pilotos, encargados de mantenimiento, cirujanos y personal de las plataformas petroleras.
Fuente: EL DÍA
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